Chiquita no llores
que la pared no te mira
que los sillones se quedaron sordos
que los juguetes no tienen manos.
¿Por qué sigues llorando?
¿Que no ves que todo se han ido?
Que te quedaste sola
aquí en esta esquina,
sola contigo
con los ojos hinchados
con las manos vacías
con los muslos tiesos
Chiquita, que no ves
tu garra tus colmillos
que no ves tus ojos
que son dos cerillos
Prende, prende, recuerda
Tus lágrimas son gasolina
Ahora incéndialo todo,
chiquita.